Por ejemplo, cogemos una pelota de fútbol, la rellenamos con piedras, cemento, hormigón armado o cualquier otro material contundente del que dispongamos. Se ata con una cadena a un árbol y se escribe una frase ocurrente bien visible. Podríamos poner Patéame o ¿Eres capaz de romper la cadena de una patada? Si adornamos el cártel con algo de publicidad resulta más creíble.
Ya sólo nos queda esperar a un incauto que venga de la oficina cabreado porque su jefe le ha dicho que tiene que trabajar el fin de semana y ver como se revienta los dedos del pie, si es amateur, o el interior, si es profesional.
Un detalle, tenemos que asegurarnos de llevar a cabo la bromita tan gracioso (para algunos) en España (o algún otro país permisivo con los hijoputas) por que en Alemania te detienen por ello.
Vía BoingBoing.
No hay comentarios:
Publicar un comentario